sábado, 26 de septiembre de 2009

LAS ROTACIONES


Implantado en el fútbol moderno desde hace años, la acumulación de partidos obliga a la mayoría de grandes equipos a apostar por las rotaciones. Nadie se acuerda ya de la quinta del buitre o del Milán de Sacchi, equipos recitados casi de memoria y que tenían casi siempre los mismos protagonistas en el césped.
En el fútbol, como en la vida, las modas se imponen y ahora se habla de saber manejar una plantilla, administrar el grupo, conseguir que cada uno asuma su papel y que todos en un momento determinado se puedan sentir protagonista. Nuevos estilos.
Como entrenador, apoyo las rotaciones como parte de la temporada y siempre he pensado que el éxito de un equipo es en gran medida parte de lo que pueden aportar los jugadores complementarios. Sin embargo, creo que las rotaciones tienen su tiempo y su espacio, siempre después de conseguir automatismos y siempre de manera gradual. Los equipos deben crecer a partir de una base estructural, una columna vertebral que maneje el estilo de juego e imponga los criterios defensivos u ofensivos que quiere conseguir el entrenador. En el camino, se deben introducir cambios pero que no alteren en la fase inicial del proyecto la solidez del once. A partir de la columna vertebral, que debe acoplarse y para eso necesita muchos minutos, dos, tres cambios en cada partido que no hagan resentir el estilo del conjunto. Sino, cambiar seis o siete jugadores por defecto retardan la creación de una idea de juego definido y además dificulta la sincronización, sobre todo defensiva del conjunto.

lunes, 21 de septiembre de 2009

EL MADRID Y EL ESTILO PROPIO


Dinamita sin control. Tres jornadas y el Madrid recupera el maillot oro merced a su pegada. Si tiramos de números, los blancos asustan. Si analizamos su juego, el camino que queda por recorrer es todavía largo. Pellegrini no da con la tecla para enamorar y aunque el equipo está en construcción, tiempo al tiempo, hay detalles que muestran un equipo asimétrico (4-2-4).

Anunció el chileno a su llegada la implantación de un estilo propio, enarboló la bandera del dominio y el juego, del monopolio del balón sobre el contrario y de la construcción del ataque desde la paciencia y el pase. La idea es clara, el dibujo elegido de momento indefinido. Muchos delanteros, pocos centrocampistas. Falta pausa, sobra acelaración. El Madrid vive de la transición rápida, de una contra letal y de acciones individuales (kaka,Ronaldo, Benzema…) que matan los partidos pero no hay estilo. Es el boxeador resolutivo, de crochet directo, sin fase previa.

Se empeña Pellegrini en alinear juntos a Kaká, Ronaldo, Raúl y Benzema, jugadores de finalización. Unos de conducción y regate, otros rematadores natos. Benzema y Raúl se eclipsan, se matan los espacios y se anulan convirtiendo el ataque en un atasco permanente donde muchos circulan por el centro y ninguno sale por fuera, abriendo el campo.

Si el estilo es construir el juego desde la posesión, sobra uno de los cuatro. ¿Raul?. Falta un centrocampista más que participe en la creación, facilite la transición pausada y junte el bloque, asegure el balón y no convierta el juego en un contraataque continuo. La presencia de otro jugador que asegure el cuero permitirá además la llegada de hombres de segunda linea, incorporación de laterales y más presencia en campo contrario, algo beneficioso incluso en el plano defensivo, pues mejor y más intenso será el pressing el equipo pierda el balón. Automatismos que todavía no se otean en el horizonte y que viendo al Barcelona, nos dejan la sensación que el Madrid todavía busca su estilo. Y eso lo exige el Bernabeu.

jueves, 17 de septiembre de 2009

EL BARÇA ATRINCHERA AL INTER




Le faltó el gol pero mostró los conceptos que le hicieron el año pasado dominar Europa. Posesión del balón en campo contrario, movilidad constante en ¾ de campo, amplitud y velocidad en la circulación además, no hay que olvidarlo, de un pressing en la primera linea de presión que hace que el balón nunca tenga otro dueño. Sólo un pero, su falta de remate. Como ya le pasó hace un par de semanas contra el Shaktar, los de Guardiola pecan de falta de punch ante rivales ultradefensivos. No hablo tanto de gol, que cuesta y mucho ante equipos tan conservadores,sino de ausencia de tiros o finalizaciones de jugada. Mucho control del partido pero sin pegada. Ahí es donde tal vez, yo lo creo firmemente, el Barcelona no ha hecho un buen negocio con el trueque Ibra-Etoo. Además del coste (desorbitado), el camerunés me parece un futbolista mucho más versatil, que ofrecía movilidad y remate con mucha más frecuencia de la que vemos en Ibra, un jugador más estático, de movimientos más de apoyo y no tan rematador.

Centrándonos en lo positivo, el choque de ayer mostró, a pesar del pírrico empate, un abismo entre dos favoritos. La supremacía en el juego del equipo culé desarmó a un Inter arrinconado, sin ideas. Más allá del planteamiento defensivo de Mourinho, que es lícito y otra forma de enfocar el juego, los italianos no ofrecieron ningún argumento tras la recuperación de balón. Robo y perdida. O lo que es lo mismo, trinchera en su propia area sin ninguna posibilidad de salir. Ni contraataque, ni ataque directo ni ataque posicional. No hubo un plan. Y frente al resultado, bueno porqué sumó un punto, la sensación es que el Inter con Etoo,Milito, Sneijder, Lucio, Chivu fue ayer un equipo muy inferior al Barcelona. De recursos ofensivos limitados, sin músculo para llevar el partido al choque físico y sin calidad para enfrentarse de tú a tu al Barça. Atrincherarse y esperar con un par de balas en la recámara sean tal vez los únicos argumentos de un equipo pequeño. Del Inter, uno espera algo más.

martes, 15 de septiembre de 2009

EL SELLO DE RAFA BENITEZ


El fútbol entendido como ciencia. Perfeccionista del detalle más mínimo, estudioso de todo lo que sucede en un partido de fútbol, Rafa Benitez se ha convertido desde hace años en referencia de aquellos entrenadores que creemos en el conjunto por encima de las individualidades. El sello de Benitez se aprecia en casi todos los jugadores que ha tenido, ya en Tenerife, pero sobre todo en Valencia y Liverpool. Jugadores de perfil medio que han progresado a todos los niveles, ofensiva y defensivamente. Lo hizo con Baraja y Albelda en el Valencia convirtiéndolos en un doble pivote posicionalmente perfecto o con Mascherano, que estaba arrinconado en el West Ham hasta que el entrenador español recuperó para el fútbol.
La importancia que Benítez da a la táctica convierten sus equipos en conjuntos solventes donde conceptos como solidaridad, coordinación e intensidad son referencias incuestionables. Más allá del gusto o no, sus jugadores tienen una idea clara del juego colectivo, tanto para defender como para atacar. Otra cosa es que guste como ataca o como repliega. Si da muchos metros al contrario o si el equipo juega mucho en función de la velocidad en la transición ofensiva, sin pausa y sin el mal llamado juego de posesión.
Mejorar las prestaciones de un equipo es lo que se le pide a un entrenador. Y eso, incuestionablemente, lo consigue. Posiblemente, sea el entrenador que mejor exprime a los jugadores y les hace rendir por encima de sus posibilidades a partir de sus creencias. El orden, la disciplina y el trabajo. No creo,sin embargo, que fuese capaz de manejar una plantilla como la del Barcelona, donde la calidad es el principio de todo, pero tampoco veo a Guardiola administrando los recursos que ha tenido Benitez haciéndolo campeón de Europa. Algo que, no olvidemos,no consigue cualquiera.