jueves, 22 de octubre de 2009

RADIOGRAFÍA DE UN EQUIPO EN CONSTRUCCIÓN

No se construyen los equipos desde la impaciencia, desde el resultado a corto plazo o desde la presión del entorno. Vive el Madrid días de zozobra, azotado por las portadas de los medios madrileños que ya dictan sentencia. Dudan de Pellegrini, como no, inmortalizan a Raúl, asfixian a Benzema y dedican demasiado tiempo a quien no está, C. Ronaldo.

Han bastado dos derrotas para que la prensa dilapide la confianza de un entrenador que en tres años en España ha logrado objetivos impensables para el Villarreal y los columnistas de diario, esos que siempre ganan viendo los toros desde la barrera, que dedican elogios o torpedos en función del tirón mediático de cada cual se entreguen a dar la pócima mágica que remedie los males de un equipo sin identidad. Si Pellegrini allí tuvo tiempo, libertad y personalidad, aquí, el tiempo se acaba, la libertad no sabemos si existe y lo único a lo que puede agarrarse es a la personalidad de mantener sus ideas sin dar tumbos en función de lo que piense u opine el entorno. Y claro, a no encerrarse en que todo va bien cuando va mal pero desde su autocrítica, no la que hacen los demás.

Y siendo cierto que el Madrid es un equipo en construcción, no es menos cierto que hace años, muchos más de los que lleva Pellegrini, apenas dos meses, que el Madrid no tiene nada. Es un gigante con pies de barro. Desde el estilo (para que se quería a Wenger sino), desde la paciencia, desde el rumbo fijo, desde la idea de crear algo concreto, los equipos deben empezar a caminar, avanzando y retrocediendo, recogiendo y desechando, hasta dar con la tecla que permita convertir buenos jugadores en equipo.

Opinando desde el respeto de ver las cosas desde fuera, hay carencias que sobresalen y que evidentemente, imagino que se trabajan en mejorarlas aunque tal vez, sólo tal vez, la cuestión sea de planificación:

1- Si el Madrid apuesta, como parece, en llevar el balón a campo contrario para atacar rápido y convertir la circulación horizontal en verticalidad y velocidad, es evidente que debe buscarse continuamente la finalización para dar tiempo a rearmarse, el pressing tras la perdida para evitar que nos ganen la espalda y sobre todo, la transición ofensiva de todas las lineas para juntarse en campo contrario y no partir al equipo,eso que siempre ha sucedido históricamente en Chamartín. ¿Tiene el Madrid los jugadores adecuados para esa fase defensiva?

2- El talento de la zona de creación y finalización es tan indiscutible como discutible es la configuración de un equipo que sólo ataca por dentro, sin amplitud permanente, sin especialistas en banda (sólo Cristiano). Si no hay interiores, debe haber laterales. Y tampoco los hay.

Ramos ataca tan mal como defiende, equivoca casi siempre la elección en el pase (eso es la calidad al fin y al cabo), conduce cuando debe pasar y relentiza muchas veces el ataque del equipo. Además, pierde fiabilidad defensiva por pensar más en ir que en venir, en llegar que en volver lo que hace que llegue tarde, forzado y casi siempre sin tiempo para armarse. No aparecen las ayudas, ni el pressing que retarde el ataque del rival, ni el repliegue que permita respirar.

Y Marcelo? Un futbolista interesante en el bagaje ofensivo pero con una ausencia absoluta de fundamentos defensivos, de zona e intensidad, que hacen que no pueda nunca cumplir en situaciones de máxima dificultad. Porque no entiende de distancias entre la linea, porque nunca está pendiente de su espalda, ni tiene la intensidad necesaria para anticipar, porqué nunca se situa bien corporalmente para defender un 1 x 1, porqué no fija marca a medida que el balón se acerca a portería, porqué no va bien de cabeza……Parece este un empeño perdido e inexplicable. Gastándose 300 millones en reforzar la plantilla, ¿no hay otro lateral en el mercado?. La solución además permitiría liberar al propio Marcelo, que sufre lo indecible en cada embestida rival, en cada centro de banda contraria, en cada balón al area. El tener un buen lateral haría que tal vez las bandas ganasen en solvencia, ganando un interior puro para la causa, el citado Marcelo.

3- Y Raúl. El eterno debate. Raúl sí, Raúl no. El problema de Raúl no es Raúl en si mismo, sino que su presencia lo condicona todo. Condiciona el entorno, proraulista, condiciona el equipo y su forma de jugar y la duda es si condiciona también al entrenador. Porqué juega él y el equipo ya no es simétrico, hay un lado cojo que debe ocuparse, los espacios no se reparten con Benzema, más bien se superponen y lo que el consigue en el haber, el otro delantero casi siempre lo pierde en el debe. La duda es si su presencia ¿ mejora o no al equipo?, incluso ayer, donde fue el rey en el país de los tuertos. Incluso ayer, creo que no.

viernes, 2 de octubre de 2009

SEVILLA; EL SILENCIOSO ASPIRANTE


Años de trabajo y proyectos construidos desde la coherencia, esculpidos desde la cantera y donde el ojo de Monchi se ha encargado de hacer el resto. El Sevilla se ha convertido en silencioso aspirante, ha formado una plantilla competitiva en todas sus lineas y año a año mejora con complementos su estructura de base. Desde la humildad que sólo rompe Del Nido, por la boca muere el pez, el Sevilla ha cultivado el arte de la lógica y ha puesto el equipo en manos de entrenadores de perfil bajo. Caparrós, Juande y Jiménez, tipos aparentemente sensatos, sin afán por convertirse en el ombligo del mundo y entregados al trabajo como único medio para conseguir objetivos.

Caparrós puso las bases (cantera sin complejos), Juande Ramos implantó un estilo basado en la velocidad y Jiménez ha mantenido la idea, incluyendo las comentadas rotaciones y administrando una plantilla mucho más compleja.

Desde las dudas que siempre ha generado y genera, Manolo Jiménez ha conseguido este año tener un conjunto a priori más armado, que ha mejorado sus números en la estrategia defensiva (respecto a los dos años anteriores), que mantiene su apuesta por la cantera (Capel, Navas….) y que maneja como ya hizo con Juande la velocidad de las transiciones ofensivas.

Idea clara de juego, con mucho ritmo sobre el balón, rehusando circulaciones largas pero buscando con rapidez llevar la pelota a banda para el desequilibrio de Perotti, Capel o Navas. Robo y rápida salida de gente ofensiva en amplitud y profundidad para llevar el balón a campo contrario y finalizar. Ritmo de juego alto, mucha velocidad en las transiciones y sobre todo, mucha electricidad en todas las acciones. Eso, y una pegada al nivel de los más grandes. Kanouté, Luis Fabiano y Negredo por delante de una segunda linea plagada de gol con Navas, Renato, Perotti.

Si la liga se antoja un campeonato excesivamente largo para disputarlo a los dos grandes, la Champions (porqué no) y la Copa del Rey, competiciones a doble partido y según los cruces, pueden ser competiciones de larga duración para los andaluces, quienes ya demostraron en Glasgow, un campo nada fácil, que tienen mucha pólvora en el ataque. La revalida de este domingo ante el Madrid pondrá a prueba sin duda la fiabilidad del grupo sevillista. Mejor no han podido empezar.